1 – Creo en la gente, en las personas. No en la masa boba, sino en cualquiera que se me acerque a decirme algo. Primero le creo, y me guardo la desconfianza para cuando me falle, en todo caso, si es que le doy la posibilidad de seguir escuchándolo luego.
2 – Creo en el amor como motor de todo. Y sobre todo creo en lo poderosa que es cualquier persona que se decida a amar.
3 – Creo en que nadie debe vivir sacrificándose por nada. Nadie debiera hacer algo que no disfrute, o que le duela o moleste, la vida es demasiado valiosa para dedicarle tiempo al sufrimiento.
4 – Creo en las conspiraciones, porque todos somos conspiradores por naturaleza, y hasta avalamos que haya algo así como “secretos de estado” sin que se nos mueva un pelo, con la mayor ridiculez de aceptar que quienes elegimos para que nos represente, nos oculten información “para nuestra protección”.
5 – Creo que no somos producto de la casualidad. ¿Explosiones espontáneas que acomodan todo para lograr la perfección de la naturaleza? Si, claro. Tampoco le rezo, ni le pido a ni venero a nadie. El diseño inteligente que habitamos no nos manda a arrodillarnos ante ninguna deidad, solo nos pide (mediante el ciclo de la vida) que cuidemos la tierra que pisamos, para poder habitarla y servirnos de ella.
6 – Creo en que cada uno puede y debe saciar su necesidad espiritual con lo que le sirva. Puede elegir la comodidad de una religión impuesta, o el camino de una espiritualidad individual, sin que nadie deba reprocharle nada.
7 – Creo en que la ciencia no debe ser elitista, ni obedecer al religioso principio de autoridad. La cultura es la transformación de la naturaleza para provecho del hombre, y la ciencia es parte de eso. Si no se puede experimentar, no es ciencia, son cuentos que otros vienen a traernos para convertirnos a un dogma cientificista ajeno al que no se nos permite acceder empíricamente.
8 – Creo en que la ciencia y la salud a través de la medicina oficial son un camino, pero no el único ni el mejor. La existencia de poblaciones extremadamente longevas de culturas que no tienen médicos matriculados en su comunidad, es la mejor prueba de esto.
9 – Creo en que la especie humana se divide entre hombres y mujeres en la generalidad, al margen de cómo cada uno elige vivir su sexualidad y el respeto que eso merece. No existen mas clasificaciones. En el resto de los animales tampoco.
10 – Creo en la profundidad del miedo del que se burla, del que discrimina, del que disfraza su ignorancia con descalificaciones a quienes ataquen su sistema de creencias. Un sistema que no es propio, sino de un rebaño adoctrinado. Y esto ha sido así por siglos. Sin la fuerza interior para cambiar esto, la ignorancia seguirá primando.
1 – Creo en la gente, en las personas. No en la masa boba, sino en cualquiera que se me acerque a decirme algo. Primero le creo, y me guardo la desconfianza para cuando me falle, en todo caso, si es que le doy la posibilidad de seguir escuchándolo luego.
2 – Creo en el amor como motor de todo. Y sobre todo creo en lo poderosa que es cualquier persona que se decida a amar.
3 – Creo en que nadie debe vivir sacrificándose por nada. Nadie debiera hacer algo que no disfrute, o que le duela o moleste, la vida es demasiado valiosa para dedicarle tiempo al sufrimiento.
4 – Creo en las conspiraciones, porque todos somos conspiradores por naturaleza, y hasta avalamos que haya algo así como “secretos de estado” sin que se nos mueva un pelo, con la mayor ridiculez de aceptar que quienes elegimos para que nos represente, nos oculten información “para nuestra protección”.
5 – Creo que no somos producto de la casualidad. ¿Explosiones espontáneas que acomodan todo para lograr la perfección de la naturaleza? Si, claro. Tampoco le rezo, ni le pido a ni venero a nadie. El diseño inteligente que habitamos no nos manda a arrodillarnos ante ninguna deidad, solo nos pide (mediante el ciclo de la vida) que cuidemos la tierra que pisamos, para poder habitarla y servirnos de ella.
6 – Creo en que cada uno puede y debe saciar su necesidad espiritual con lo que le sirva. Puede elegir la comodidad de una religión impuesta, o el camino de una espiritualidad individual, sin que nadie deba reprocharle nada.
7 – Creo en que la ciencia no debe ser elitista, ni obedecer al religioso principio de autoridad. La cultura es la transformación de la naturaleza para provecho del hombre, y la ciencia es parte de eso. Si no se puede experimentar, no es ciencia, son cuentos que otros vienen a traernos para convertirnos a un dogma cientificista ajeno al que no se nos permite acceder empíricamente.
8 – Creo en que la ciencia y la salud a través de la medicina oficial son un camino, pero no el único ni el mejor. La existencia de poblaciones extremadamente longevas de culturas que no tienen médicos matriculados en su comunidad, es la mejor prueba de esto.
9 – Creo en que la especie humana se divide entre hombres y mujeres en la generalidad, al margen de cómo cada uno elige vivir su sexualidad y el respeto que eso merece. No existen mas clasificaciones. En el resto de los animales tampoco.
10 – Creo en la profundidad del miedo del que se burla, del que discrimina, del que disfraza su ignorancia con descalificaciones a quienes ataquen su sistema de creencias. Un sistema que no es propio, sino de un rebaño adoctrinado. Y esto ha sido así por siglos. Sin la fuerza interior para cambiar esto, la ignorancia seguirá primando.